May
Trabajo. Día 49.
0 comentariosDía 49 de confinamiento. Viernes 1 de mayo.
Decía el otro día el Papa Francisco que es distinto vivir que sobrevivir. Vivir implica una serie de dimensiones que llevan inherentes cierto grado de dignidad, de desarrollo, de potenciar cualidades humanas, de servicio hacia afuera, de ciertas condiciones materiales, que un mero sobrevivir no tiene.
Lo hacía en el contexto de una referencia sobre el trabajo, y hoy que celebramos el Día del Trabajador -en católico bajo la advocación de san José como obrero, como trabajador manual que nos dice la tradición que fue como carpintero- es más que oportuno recordarlo.
Trabajar dignifica, desarrolla, no es –o no debería ser- una mera actividad de sustento. Trabajar no debería ser una función para sobrevivir, sino para vivir.
Eso implica unas condiciones de dos órdenes. Una de carácter más subjetivo, más intelectual, que tiene que ver con la vocación, con descubrir aquellas claves de trabajo que nos desarrollen en nuestras potencialidades, en nuestras capacidades, en nuestras inclinaciones y que se ponen al servicio de los demás, de hacer de este mundo algo mejor para todos. Ya saben: trabaja en lo que quieres, y no trabajarás nunca más en tu vida. O si no fuera ese el caso –aunque es al que hay que tender- porque hay trabajos que sí o sí han de hacerse, al menos darles una dimensión de servicio, de cuidado, de tender hacia los demás, de poner nuestro trabajo al servicio de hacer algo mejor la vida de los otros.
Las otras condiciones son de carácter más objetivo y tienen que ver con cómo y en qué condiciones materiales se realiza el trabajo. Tiene que ver con salarios justos y dignos, con horarios, con descansos, con seguros, con poder vivir en condiciones de calidad de vida.
Hoy es día para recordar todo eso, que hay mucho que hacer para que todos los trabajos nos hagan vivir y no solo sobrevivir.
Pero también especialmente para recordar a quien sigue trabajando en esta situación de confinamiento para que podamos estar los demás un poco mejor. También para no olvidarnos de la situación de tantos sanitarios sin las condiciones materiales para poder cuidar de los demás de una forma segura. Y sin duda de tantos y tantas situaciones en las que más que poder vivir, con los trabajos se sobrevive. Y desde luego de quien no tiene trabajo y sufre.
Trabajo para vivir, no para sobrevivir.