Abr
Salir a caminar. Día 35.
1 comentariosDía 35 de confinamiento. Viernes 17 de abril.
¿Saben ustedes que es lo que más echo de menos yo? ¿por lo que más tengo ganas de poder salir? Espero que no suene demasiado frívolo, y he de reconocer que desde luego hay cosas más importantes, pero entre las primeras causas de deseo que me saltan a la mente al pensar en poder romper el confinamiento, está el salir a caminar.
Necesito una buena caminata, un buen paseo, tres o cuatro horas andando sin parar. Preferiblemente por el monte, pero si ha de ser por ciudad, también bienvenido sea. Caminar para mí es un ejercicio no solo físico, sino también mental. Serena, relaja, ordena mi cuerpo con mi mente y con mi espíritu, me hace bien por dentro y por fuera, me ayuda a pensar y a serenar, a articular mejor emociones y pensamientos. Me ayuda a vivir mejor.
Me consta que no soy un caso demasiado excepcional y que muchos hay como yo, amantes del caminar como ejercicio mental y del espíritu casi más que físico. Hay una sección de mi biblioteca dedicada al arte de caminar que lo dice a las claras. Le Breton, Gros, Robert Louis Stevenson, Thoreau, Nietzsche, Gottlob, más los libros de montaña… Y es que hay quien sostiene que lo que nos hizo humanos fue la capacidad de ponernos erguidos y caminar a dos piernas, y que lo que nos hizo civilizados fue el caminar de uno a otro lugar.
Sin más. Que probablemente lo que más echo de menos de este quedarse en casa, sea el caminar largo y tendido, y que cuando podamos salir, será algo de lo primero que haga. Caminar.