May
Protestando. Día 67.
0 comentariosDía 67 de confinamiento. Martes 19 de mayo.
Siempre he sido muy protestón, lo reconozco. Muy de que las cosas no se hacen bien, que por qué, que no lo entiendo, que mira tú, que hay que ver, que así no son las cosas… que qué vergüenza, que qué poca dignidad, que cómo pueden… muy de protestar vaya.
Y razones y motivos lo cierto es que casi siempre se encuentran.
A veces las razones si no las tenemos, las buscamos, algo muy humano ciertamente. Queremos que el mundo sea como pensamos que debería ser, y no somos conscientes de las razones y los motivos que no manejamos, y que nos condicionan y nos enfadan, y, claro, protestamos.
Pero hay otras veces en las que protestar es más que justo y no hace falta buscar demasiado razones, porque nos saltan y nos abruman con una pasmosa claridad y realidad. Y es más que cierto que qué poca dignidad, que cómo pueden, que qué vergüenza, que mira lo que están haciendo, que siempre sufrimos los mismos las decisiones de los que nunca sufren las consecuencias, un estamos hartos de sus mentiras y sus decisiones, un no tienen razones para sus decisiones y nos las imponen, un no queremos más que hagan lo que están haciendo.
En este tiempo de confinamiento me salta con esto del protestar sin embargo cada vez más la imagen evangélica. Me parece que las protestas –legítimas- deberían ser como lo que hace el hermano de la parábola. Decir que no, y protestar… aunque luego va y cumple lo que le piden.
Distancia. Prudencia. Medidas de seguridad. Aunque protesten.