Abr
La Caja de los Recuerdos. Día 33.
0 comentariosDía 33 de confinamiento. Miércoles. 15 de Abril
Todos tenemos una caja de recuerdos. Suele ser una caja de zapatos, o una caja antigua de galletas, o una caja de puros en la que guardas fotografías, recortes, cartas antiguas, algún recuerdo de un viaje, una postal quizás, un llavero antiguo, quizás billetes o monedas de otro país. A veces tiene memorias de lugares, de sitios vistos, entradas de un teatro, una piedra recogida en algún lugar especial, una concha de una playa, un ticket de un museo, una factura de un bar. Hay también cajas de recuerdos “virtuales”, esas carpetas del disco duro con fotografías de hace años que nos hablan de personas, de momentos, de vidas que fueron.
En el fondo, lo que de verdad llena las cajas de los recuerdos son nombres, son personas. Cada recuerdo de un lugar, un momento, una experiencia, está asociada a un nombre. Lo que llena nuestros recuerdos siempre de un modo u otro son los otros. Un lugar es tal por con quien lo visitamos. Un recuerdo es tal, por con quien lo vivimos. Son los otros, los nombres de los otros, los que pueblan nuestra memoria. De nombres están llenas las cajas de los recuerdos.
Estos días de confinamiento están siendo días más que propicios para visitar nuestras cajas de recuerdos de uno u otro tipo. Días para revisitar fotografías, memorias, lugares, personas. Días en los que miramos atrás. Quizás cuando poco hay que hacer, solemos mirar atrás. A lo que fue, a lo que pudo ser y nunca fue, a lo que quizás abría el ayer, pero no vivimos, o lo que sí, lo que elegimos, lo que optamos, lo que nos hizo ser quienes somos, lo que llega hasta hoy. Lo que nos hizo daño. Lo que nos llenó de alegría. Lo que dolió. Lo que dió vida.
Dice esa frase antigua que la verdadera patria de un hombre es su niñez. Es algo parecido a decir que quizás la verdadera identidad de uno son sus recuerdos. Lo que nos hace ser quienes somos, lo que nos da nuestro nombre, nuestro reflejo, nuestra identidad, es la memoria de lo que hicimos, lo que vivimos, lo que amamos, lo que sufrimos, lo que conocimos, lo que quisimos, lo que nos trajo hasta aquí, hasta hoy.
El futuro, el mañana, se llenará de recuerdos de hoy. Nuestra caja de recuerdos seguirá ensanchándose. Lo que seamos mañana, lo que recordemos mañana, depende de lo que hoy vivamos, de lo que hoy hagamos. Como lo que hoy somos, es fruto de lo que ayer vivimos.