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Imprescindibles. Día 14
0 comentariosDía 14 de confinamiento. Viernes 27 de marzo.
Escuchaba el otro día un comentario cercano mientras se aprovecha este confinamiento para limpiar, ordenar y tirar tanto de lo acumulado –interesante que este tiempo pueda verse como una especie de mudanza, y no solo por aquello de que todos aprovechamos mudanzas para deshacernos de tanto trasto sin sentido que guardamos, sino quizás como mudanza mental de tanto y tanto que acumulamos en nuestra vida y que es realmente inservible– ya digo, escuchaba un comentario de cómo con el tiempo y el correr de los años, uno se va dando cuenta de que hay tantas y tantas cosas prescindibles en nuestra cotidianeidad.
Y pensaba yo, dando una vuelta más, que el auténtico descubrimiento es que realmente hay muy poquitas cosas imprescindibles en nuestra vida. Y quizás eso es algo que este tiempo que se nos regala puede ayudarnos a descubrir. Que no necesitamos tantas cosas, que no tiene sentido guardar y acumular, que tantas y tantas cosas que pensamos que nos hacen la vida mejor, realmente nos la complican y nos la estorban y nos la ralentizan, no dejándonos ser quien queremos ser, no dejándonos vivir como queremos vivir, que realmente imprescindibles no son muchas las cosas que necesitamos, y que probablemente, además, no son en sí cosas.
Si este tiempo no nos ayuda a ver que no podemos volver a vivir, a organizarnos, a estar como antes, no habrá sido más que un mal paréntesis. Si de este tiempo de confinamiento, no salimos con dudas, con proyectos nuevos, con voluntad de vivir y estar de otro modo en el mundo, nos habremos perdido la mayor enseñanza que puede darnos.