Abr
Dolor. Día 21
2 comentariosDía 21 de confinamiento. Viernes 3 de abril
Hoy es Viernes de Dolores, el día en la cultura cristiana que prepara al comienzo de la Semana Santa. Propiamente esta empieza el Domingo –Domingo de Ramos- recordando la entrada de Jesús en Jerusalén, a lomos de una borriquita, siendo aclamado por el pueblo con hojas de palma y ramas de olivo, pero este viernes de antes, día de anticipo de lo que vendrá, la cultura cristiana siempre lo ha entendido como el comienzo oficioso de la Semana Santa.
Este día el fervor popular remite a María, la madre de Dios, la Virgen, imaginando que quizás este día se despediría de Jesús quedando envuelta en un manto de Dolor por lo que debía venir, por eso Viernes de Dolores.
En este confinamiento es hoy día para recordar y tener a presentes a tantas y tantas familias y personas que no se les escatima el dolor en esta situación. Recordar, tener presentes y orar por las familias de los fallecidos por la enfermedad. Por los que están en sus casas, o en hospitales o en las UCIs solos y asustados. Por las madres, las esposas, las hermanas, las hijas de quienes se debaten entre la vida y la muerte. Por las personas que ven cada día morir o sufrir en sus brazos a tantos seres humanos. Por los que están en las morgues o las funerarias, por las familias que ni despedirse pueden de sus deudos.
Pero hoy es día también para reafirmar el sinsentido del dolor. No estamos hechos para el dolor. Jamás se podrá afirmar que Dios quiere el dolor de los hombres. Pero tenemos que asumir que el dolor, la muerte, la negrura vacía, existen y que solo podemos hacer una cosa con ella: convivir.
La muerte y el dolor se vencen en esperanza y sentido. No de una manera material y concreta –que también, y hay que poner cuantos medios se pueda para ello- sino yendo a la raíz de las consecuencias del dolor. Hay que asumir que el dolor y la muerte es parte de la existencia. Con Job nos preguntamos por qué, pero solo cabe esperar y confiar en que no tienen la última palabra.
Viernes de dolor. Viernes de Dolores. Pero también viernes de esperanza.